Paula Álvarez afirma que “no hay nada mejor que vivir de lo que te apasiona”, la bailarina mexicana actuará a partir de octubre en la emblemática pieza de “El Cascanueces” en la ciudad de San Francisco, donde labra su camino hacia una de las mejores compañías estadounidenses. Desde 2005 invitada a participar con el grupo avanzado de la Academia de Ballet donde comenzó sus primeros pasos. Tras probar “aquello mágico” que hay en el escenario, las luces, la música, los vestuarios, los nervios, y luego, los aplausos, “comprendí de inmediato que quería ser bailarina”.
Nacida en la Ciudad de México hace 25 años, Paula Álvarez inició su formación en la Escuela de Ballet San Ángel Inn, donde descubrió que ser una gran bailarina es la razón de su vida: “Tenía 13 años y en mi escuela de Ballet en México me invitaron a ser parte de la producción con el grupo avanzado. Ese año bailamos ‘Baile de Graduados’ un ballet corto y muy divertido”.
Fue seleccionada con otras dos alumnas de su grado para interpretar a una de las tres niñas pequeñas. “Fue un sueño haber sido invitada a bailar con compañeras a las que yo admiraba en ese entonces. El final del ballet tiene una música un poco triste porque las niñas del internado se despiden de los cadetes que las vinieron a visitar y recuerdo estar en el escenario, durante la última función, con lágrimas en los ojos porque no quería que se acabara. “Ese día supe que era mi pasión”.
Dice Paula Álvarez que desde que empezó y hasta la fecha, bailar es su escape del mundo. “Nada me hacía más feliz que estar en un estudio y enfocarme en la mejora personal. Ahora puedo compartir mi pasión por la danza con otras personas y tal vez hacerlas sentir como yo me siento en el estudio: en paz”.
Hoy que vivimos en un mundo donde hay tantos aspectos orientados a lo negativo, expresa la bailarina mexicana, “creo que a través de las artes, del respeto y el trato amable de unos a otros se puede hacer una diferencia. Cuando tengo la oportunidad de dar clases a las generaciones más jóvenes eso es lo que les enseño”.
Paula Álvarez inició el año pasado su primera gran oportunidad profesional en el Menlowe Ballet que se presenta en el sur de San Francisco, California, con seis roles entre los primero y segundo actos de la obra “El Cascanueces”, donde representó a la Patinadora, el Muñeco Oso Panda, y fue solista de Copos, de Españolas, Rusos y Flores.
“Como bailarina quiero ser la mejor versión de mi misma, y seguir trabajando para cumplir una meta a la vez; en esta carrera y en la vida nunca se deja de trabajar para ser mejor. Disfruto mucho el reto de corregir mis errores para mejorar”, expresa Paula Álvarez.
Paula participará nuevamente en la temporada de “El Cascanueces” que inicia en octubre, en el Menlowe Ballet, donde seguirá superándose para poder dar el salto y trabajar en la compañía de sus sueños, la Pacific Northwest Ballet de Seattle, “estoy subiendo escalones para llegar allí, trabajando y acumulando experiencia”.
La Pacific Northwest Ballet de Seattle es el referente en el Oeste de los Estados Unidos, de la New York City Ballet en el Este. Hoy por hoy, su objetivo es llegar a tener un trabajo ahí y poder continuar su pasión por la danza, “porque no hay nada mejor que vivir de lo que te apasiona”.