El utilizar el cine para dar a conocer un mensaje es algo que prácticamente se hacía desde los primeros años de su aparición, y se le llegaron a dar algunos usos propagandísticos, pero eran más bien discretos, pues no todos tenían gran confianza en el medio. Fue en el año de 1936, dentro del régimen nazi descubrió todas las posibilidades del medio. Apenas discretamente disfrazado de documental sobre las Olimpiadas de Berlín, Fest der Völker mostraba al Gobierno alemán como un modelo de organización y disciplina, ensalzando además la superioridad de la raza aria. La directora Leni Riefenstahl era una mujer de indiscutible talento, y todas las escenas estaban bien cuidadas y con una estética notable para un documental. Incluso en la actualidad es considerada una obra maestra en su realización, a pesar de todo lo que había detrás del mismo