La espera bien valió todo el tiempo, casi seis meses de un cómic que es bimensual, en este mercado mexicano de cómics y esfuerzos independientes, aunque llegaría Rene Cordova con una edición especial de 100 ejemplares a la Mole, que se notan hechos directo en impresión digital láser, y no en offset, por razones que escapan a los creadores de uno de los conceptos más revolucionarios de los últimos años.
Si bien ya hemos dicho, el cómic no es la típica historia de luchadores, sino que utiliza a las máscaras como un mero pretexto para un triller policiaco muy bien elaborado y desarrollado por Eduardo Ancer, y que con el arte de Rene Cordova, que si bien en Crónicas para algunos nos quedaba a deber, en Repúblika, es lo contario, la gente queda de beneplácito con el trabajo de este extraordinario artista, aunque un poco lento, je.
En este segundo número, que esperemos ya pueda adquirir en su edición regular todo mundo iniciado el 2008, la trama se complica, se presentan más personajes, por un lado se desarrollan más rápido las acciones, enmarañando más lo sucedido, sobre todo por lo presentado en las últimas dos páginas. Los misterios siguen ¿Quién mató a Relámpago?, ¿es el fin de la CONARCE?, ¿quien es más fuerte La Catrina o Briza? ¿Qué papel juegan Viento Negro, El Catrín, La Muerte? (claro homenaje a Darkseid), y sobre todo ¿qué pasará con el Zanate Amarillo?
Para ls que no pudieron adquirir en la Mole su número 2, y aun así busquen la portada de Ladrönn en los primeros días de 2008 en los puntos de costumbre.