El emporio cinematográfico norteamericano, donde finalmente los temas del comic book son la crema y nata de sus mejores ofertas de entretenimiento, recién ha aprendido lo que los lectores de Frank Miller ya sabíamos desde DKR2: Miller es el genio que perdió dos o tres tornillos. La crítica cinematográfica gringa, el fandom y las audiencias han desdeñado por completo la adaptación que Miller ha hecho sobre The Spirit, y en la mayoría de los casos prefieren ni siquiera mencionar el nombre de Will Eisner para no lacrar mas su nombre y su obra. Fragmentos de algunas críticas:
If this summer’s The Dark Knight raised the bar for seriousness, ambition and dramatic realism in the comicbook-based superhero genre, The Spirit reps its antithesis: Relentlessly cartoonish and campy, it’s a work of pure digital artifice, feverishly committed to its own beautiful, hollow universe to the exclusion of any real narrative interest or engagement with its characters.
The Spirit is all setups and posing, muscles and cleavage, hats and ruby lips, nasty wounds and snarly dialogue, and males and females who relate to one another like participants in a blood oath.
The film’s look is not as monochromatic as Sin City, but everything is dark and moody as daylight seldom shoots through Miller’s artful frames. The graphic design trumps all story and character decisions, though. Miller has storyboarded the film, but he hasn’t really written it.
Vaya, si hasta en Aintitcoolnews , bastión del fandom actual, se puede leer «If you can get past the camp, the pacing, and if yo don mind the Sin CIty visual style being recycled – you´ll still…most likely…be disappointed with the film».
Para los que no leen ingles, en breve todos dicen lo mismo: The Spirit fuera de lucir visualmente espectacular, es la película mas anodina y ridícula vista en muchos años, y deducen que el éxito de Sin City fue mas por Robert Rodriguez que por el propio autor. Es un fenoméno interesante: cuando los autores y profesionales del cine finalmente les da por tomarse en serio el asunto del comic book y convertilo a cintas de calidad como The Dark Knight, Hellboy, 300 o Iron Man, el supergenio de los comics, Frank Miller, se dedica a destrozar la obra de su mentor, Will Eisner, de un sopetón cinematográfico de 90 minutos. Quizá la culpa es de los productores que pusieron al Spirit en sus manos, pues de haber leído el All Star Batman quizá se hubieran dado cuenta que Miller, ya en ningun medio, realiza historias muy cuerdas.
Definitivamente algunos genios debieran retirarse al cumplir los 40…