El pasado fin de semana se llevó a cabo la TNT Especial 4, en el Centro de Convenciones Tlatelolco. ¿Que qué tiene de especial esta TNT?, Pues que en ella se abre un importante espacio: El Salón del Cómic, que da cabida a muchas de las propuestas comiqueras que se realizan en nuestro país. El Salón del Cómic presentó un programa bastante completo en lo que a la inclusión de autores de historieta en México de todas las épocas se refiere, en donde leyendas, autores consagrados y nuevos valores, tuvieron un lugar en el escenario por igual, mismo en el que pudieron compartir con el público aspectos como su trayectoria, su modo de trabajo o presentar sus propuestas.
Personalidades como los maestros José Luis Durán, René del Valle y Alberto León, así como personajes como El Pollo Solís y Moraliux y artistas de talla internacional como Carlos Lobo Cuevas, Mario Guevara y Bazal, por mencionar sólo a algunos, tuvieron la oportunidad de codearse con los autores del cómic actual, así como estos últimos de convivir con figuras legendarias de la historieta en un mismo espacio. A destacar los homenajes que se rindieron al Maestro Rubén Lara y Romero, por parte del Maestro Luis Carlos Hernández, y el reconocimiento al Maestro Ramón Valdiosera, pionero de la historieta en México.
Aunque la mayoría de los autores noveles se van por la facilidad artística del estilo japonés, lo que puede llevar a considerarlos del montón pues, salvo algunas excepciones, prácticamente ninguno de ellos le aportan una pizca de originalidad a sus trabajos, también pudieron apreciarse proyectos muy interesantes, de una calidad sorprendente en las diferentes mesas de los estudios y artistas que integraban El Salón del Cómic.
Entre las charlas se presentaron algunas que, más allá de la nostalgia y el revalorar a la historieta mexicana, son importantísimas para la concepción y realización de los cómics en la actualidad, como lo son la auto edición, el webcómic y el marketing digital. También los temas de los talleres que se ofrecieron, de manera gratuita, serían por demás interesantes, con instructores que se han especializado en cada una de las disciplinas impartidas, que iban de la anatomía al diseño de personajes, del color digital a la animación 3D.
Hasta aquí, todo suena fabuloso, sin embargo hay algunos aspectos que impiden que un evento con estas características obtenga el éxito que se merece, y aún siendo su cuarta entrega, sigue pareciendo que está en una etapa experimental. La gente de TNT está contenta con su clientela cautiva, los mal llamados otakus que abarrotan cada una de sus emisiones, sin importar que o quién se presente en el evento, por lo que no se le presta la atención adecuada a una propuesta tan interesante como lo es El Salón del Cómic.
Si bien se cuenta con toda la infraestructura para llevar a que este evento dentro del evento adquiera la proyección adecuada, la mala o nula difusión impiden que éste apartado sea conocido incluso dentro de las instalaciones del CC Tlatelolco, pues por ningún lado existe una señalización que indique, ya no la ubicación, sino la existencia del Salón del Cómic dentro de la TNT, lo que provocó que mucha gente ni siquiera se enterara de que había más opciones de entretenimiento en el mismo recinto, en un área a la que sólo pudimos acceder los que sabíamos donde se encontraba. A pesar que TNT fue el primer evento en apostar por “apoyar” a los artistas mexicanos y romper con los paradigmas que la llevaron incluso a salir de su casa en Tlatelolco para trasladarse al WTC, el no darle una verdadera continuidad ha impedido que esta iniciativa pueda crecer, sólo hay que ver los alcances de La Mole, quien al prestarle la importancia requerida a una apuesta similar, decide tomar el riesgo y de un tiempo a la fecha se ha convertido en el evento de entretenimiento geek más importante del país.
La labor de Edgar Gómez Wolvi en la coordinación, sin duda es titánica, quien contando esta vez con la ayuda de Edmundo Sánchez, entusiasta promotor de la Historieta Mexicana, lograron buenos contactos para conformar un programa rico y variado, pero mientras no cuente con el apoyo interno de la organización de TNT, no pasará de ser un evento al cual asistan unos cuantos, los pocos que nos enteremos por uno u otro medio que existen más opciones dentro de TNT que sólo los disfrazados y el entretenimiento japonés, como lo es un evento dentro del evento, con un programa sustancial para los viejos y nuevos lectores de cómics, una iniciativa que no tiene porque ser elitista, y que tiene todo el potencial para convertirse en un evento masivo que atraiga a la gente por sí mismo y no sólo a los enterados o a los que llegan por mera casualidad. Que no sea un evento de dibujantes en donde sólo haya dibujantes, sino un público al cual poder mostrarle sus trabajos.
De ponerle la atención que merece, la TNT Especial y sobre todo, El Salón del Cómic, puede llegar a convertirse en un evento referencial y dejar de ser simplemente un elefante blanco.