Cuando uno espera poco de una obra cinematográfica puede llevarse gratas sorpresas, ya que las expectativas son pocas o nulas como en mi caso era de la adaptación al cine de la obra maestra del cómic mainstream, Watchmen.
Si la vemos como película de Watchmen, sin olvidar que es una adaptación, es una muy buena película, con algunas escenas de violencia de sobra, pero buena, uno que otro detalle en el maquillaje y en la secuencia.
Si lo vemos como adaptación de la obra, quizás ni el propio Moore ni los más puristas la traguen, pero en general la película deja satisfechos a propios y extraños. Snyder echó la casa por la ventana, y en un alarde creatividad quizás este sacrificando la taquilla, no es para todo público, y no hablo sólo de la clasificación que ya de por si debe ser para mayores de 18 años. Sino a que aquellos que no estén inmersos en el fenómeno mediático de la cinta (spoiliers en la red, DVDs, teaser, entre otros). Difícilmente le entenderán de el todo. Y es que dos horas y media no bastan para mostrar en pantalla todo lo que sucede en la trama original
A partir de aquí tenemos espoilers.
Snyder resuelve y reacomoda de historia de una manera adecuada, la hace fluida, aunque con varias escenas en las que la violencia es demasiado explicita olvidando lo sutil que fueron Moore y Gibbbons en la obra original.
Las actuaciones de Jeffrey Dean Morgan(The Comedian) Jackie Earle Haley (Rorschach), se llevan la película, no en valde el dejar descubierta «la cara» de The Comedian en esta presentación en el celuloide, Dean Morgan le imprime nueva vida a uno de los personajes clave de la trama. Y definitivamente Earle Haley está hecho para cuestiones mayúsculas.
Billy Crudup (Dr. Manhattan), también tiene una participación destacada. Muy buena actuación y Matthew Goode, pese a su look nada «adecuado» de Ozymandias, hace una actuación bastante destacada, imprimiendo en los diálogos la estructura básica del personaje, eso si bastante exageradas las peleas, pero como sabemos así es esto del nuevo cine Hollywodense. Y Así es Zack Snyder. En general los seis personajes principales están muy bien balanceados en la película como lo están en la obra original. Incluso Snyder supo renovar la imagen de Nite Owl y Silk Spectre de una manera muy soberbia y adecuada a los noventas, aún con la pátina de los ochenta.
Precisamente a veces se desgasta mucho en detalles ochentenos y deja de lado cuestiones importantes de la trama, y bueno si hay muchas cosas que se omiten, como era de esperarse o que bien se abrevian, buen manejo de la historia en la cortinilla inicial, en la que nos pone «al día» de gran parte de la trama, para evitar meterlo en la narración de la historia, un recurso ya utilizado por otros en anteriores cintas, entre ellos Louis Leterrier en The Incredible Hule.
Los verdaderos fans se llevarán una decepción pues dos elementos icónicos de la serie no aparecen en toda la cinta: Los terrones de azúcar y Nostalgia, pese al papel preponderante que tiene en uno de los capítulos de la serie.
Por último, y lo que todos esperan, el final. Un final adaptado a nuestra realidad, coherente con la época, pero situado en los ochenta, respetando la esencia de la obra, una toma que sale sobrando con lo que quiere rusticar aún más algo obvio, el silencio de uno de ellos.
En general una muy buena película, con un respeto absoluto a la esencia del cómic, con sus adornos innecesarios, sólo para el lucimiento del director y uno que otro de los actores, principalmente la actriz.
Yo si la vería una vez más, pues como siempre hay detalles que se escapan.