Norma Lorena Loeza
Gyeongseonghakyoo: Sarajin sonyeodeul. Korea del Sur (2015).
- Dir: Hae-yung Lee
- Reparto: Won-hee Go, Ryun Ho, Bo-Bi Joo, Ye-ji Kong
El cine coreano se ha posicionado como un referente importante para el género de terror desde hace ya un par de décadas. Son varias las razones de ello, pero en general, las que tienen que ver con una estética impresionista y terror sicológico básico, son las que están presentes en esta cinta y las que la hacen interesante para amantes del género.
La cinta cuenta la historia de una chica, que en la década de los 30 es recluida en una especie de internado, que también es institución para chicas con diversos problemas de salud. El ambiente es hostil desde el principio y en este sentido la cita no es del todo innovadora: chicas que aplican “bullying” a la recién llegada, una misteriosa historia relacionada con la última alumna que dejó el centro y otros secretos, siembran el ambiente siniestro de la trama.
La verada hasta este momento, todos los clichés del género están presentes incluso puede que hasta nos recuerde a Taboada y su “Hasta el viento tiene miedo”, (C.E. Taboada, 1968). Un ambiente femenino y adolescente, sin apoyo, frío, insensible y muy atemorizador.
Esta historia sin embargo, aporta algo desde la estética coreana: un ambiente cerrado pero no hostigador oscuro. Nunca media una lógica sobrenatural y el miedo es terror, ligado a asuntos terrenales de asfixia y miedo. Tomas dirigidas a los rostros y un horror contenido también están presentes.
La película no será innovadora, pero funciona en mantener la atención del espectador y ofrecerle algunos sobresaltos repentinos. También hay que decir que no es de todo predecible y que al final hay una vuelta de tuerca que permite un cierre digno.
No será un clásio del género, pero es una bucea opción ,a la mano y dispoible agracias a la plataforma Netflix, que una vez mas nos acera a un tipo de cine que de otro modo no veríamos. Hay que aprovecharlo.