Alemania, EUA, 2022.
Dir: Brett Morgen
Empezaré por decir sin temor a ser criticada, que David Bowie es el más grande y complejo artista que nació durante el siglo XX. El aval de esta afirmación no sólo tiene que ver con su prolífica carrera musical, la verdad es que Bowie es todo un renacentista: lo mismo escribe, que pinta, actúa o reflexiona. Y en toda su obra plasma su particular modo de entender – o no entender- la vida y sus profundos misterios.
Difícil trabajo debió ser para Brett Morgen -en plena era de las biopics acerca de estrellas de rock– darle al público algo que no había visto: a Bowie en sus propias palabras, hablando de su sorprendente proceso creativo, y cómo éste fue evolucionando con el tiempo.
Es evidente que para lograr este documental, debieron ser horas y horas de edición, recogiendo entrevistas, conciertos, apariciones en televisión, teatro, actuaciones en cine. Y a pesar de que hay la sensación de que siempre se pudo incluir algo más, unan vez pasados algunos minutos de proyección, nos damos cuenta de que en realidad, no se trata de hacer un recuento de la carrera musical de Bowie. No. Lo que Morgen hace con oficio cinematográfico y particular estilo narrativo, es mostrarnos el modo en que el artista entiende su obra para sí mismo, aún y cuando la comparta con el mundo entero.
Es así que nos enteramos, que más allá de sus éxitos, hay un hombre solitario que vive en su propio universo, que se transforma, que no se conforma con gustar, ganar dinero y entretener. Hay un propósito interno de entender sus propias preguntas, y responder a sus propios misterios.
Pero no olvidemos que esto es cine a fin de cuentas, y no hay mejor modo de apreciarlo que con un sonido surround y una pantalla IMAX. La experiencia se vuelve inmersiva y sicodélica a tal punto, que fans y no fans de Bowie, sentirán que tienen acceso de primera mano a la mente del artista.

Al final y en pocas palabras, la experiencia es abrumadora. Las canciones que todos y todas conocemos, adquieren un sentido diferente cuando sabemos las historias detrás de ellas, el contexto en que fueron creadas, las cosas que nos querían decir y en su momento interpretamos diferente.
Vale la pena entrar con la mente abierta y una libretita. Hay demasiada sabiduría y a la vez sencillez en entender lo complejo de la existencia, que sientes que sería bueno no olvidar esas frases, explicaciones, pensamientos.
Bowie como todas las personas, tuvo altos y bajos, incertidumbres y grandes triunfos personales y profesionales. Lo que nunca perdió es esa increíble curiosidad por los misterios trascendentales de la experiencia humana, por lo que se dedicó a construir su historia personal y pública a partir de eso. Historia que hoy por hoy es leyenda y perdurará por siempre.